El ‘departamento de humo y grasa’ de un hogar es fundamental dentro de su infraestructura, pero ¿cómo diseñarlo si está confinado en un espacio reducido?

Hoy día, el metraje de nuestras viviendas y oficinas se ha visto considerablemente disminuido, ya que las edificaciones se construyen dentro de un marco de ahorro de espacio, tiempo y dinero.

Por lo tanto, las actividades que habitualmente se desarrollaban en cada una de las áreas están siendo afectadas por la falta de holgura. Es ahí, precisamente, donde entra en juego la pericia del arquitecto, quien se encarga de ‘armar’ estancias con la triple condición de funcionalidad, forma y estilo.

¿Cocinas multiusos en metrajes reducidos?

Si aspiramos a que una cocina de dimensiones limitadas se torne de utilidad para varias personas, ya sea que esté ubicada en una residencia u oficina, tenemos que diseñarla de un modo inteligente a fin de se preste para un café, un almuerzo, una gran reunión o, simplemente, una comida familiar. En ese sentido, la primera pauta a tomar en cuenta es zonificar las áreas. Entre éstas podemos identificar cinco: el área de lavar platos (fregadero), el área de congelados (nevera), el área de cocinar (estufa), el área de almacenaje y el área de trabajo. Lo ideal es que se propicie el triángulo de diseño que involucra a tres zonas básicas: fregaderonevera- estufa, permitiendo que tres personas realicen varias actividades al mismo tiempo, pero manteniendo todo limpio y en orden.

A seguidas, debemos preguntarnos qué carácter le queremos dar al espacio. Si va a ser algo multifuncional o si va a operar desde la casa u oficina; si habrá de ser moderno o clásico; si monocromático o colorido…En fin, no hay que olvidar que “menos es más” y que lo que más conviene es analizar lo que necesitamos en realidad. Debemos ser prácticos para ahorrar dinero, tiempo y espacio. Los objetos que no sean necesarios es mejor regalarlos, pues es una forma de hacer algo bueno por los demás y, sobre todo, la forma más inteligente de ganar centímetros de espacio en nuestra mini-cocina. Para pequeñas cocinas a la medida…

• Las dimensiones y la distribución ayudan a mejorar el espacio y a que todo encaje en su lugar. Se recomienda aplicar la línea blanca (nevera, estufa); mientras los muebles pueden ser modulares o en madera con tope de granito, y estar dispuestos aprovechando todas las paredes y dejando el centro libre para la circulación.

• Gabinetes de base. Lo ideal es trabajar con puertas que abran a 90 grados y nos permitan aprovechar todo el espacio. Asimismo, se aconseja que al ordenar una cocina se clasifiquen los artículos según las necesidades, con el objetivo de mantener todo en su lugar y facilitar las actividades dentro del espacio.

• Gabinetes de pared. El vidrio y la madera son perfectos para realzar la cocina, pues la hacen ver más limpia, suave y hermosa. El concepto de traslúcido contribuye a la ligereza, y los elementos metálicos sugieren creatividad. Aprovechar la altura y utilizar gabinetes hasta el techo, con divisiones, optimiza el espacio.

• Gavetas. Son imprescindibles para tener todo a mano. Los primeros niveles han de contener los objetos más utilizados (como cubiertos, servilletas, pañitos para servir, entre otros).

• El color. Los tonos claros evocan limpieza y amplitud. Combinar el color con metal resulta chic; los colores básicos junto a los dominantes prodigan un buen resultado. Fusionar las tonalidades claras con detalles de colores fuertes en los adornos y aparatos eléctricos, también funciona.

• La luz. El fregadero, junto a las áreas calientes y de trabajo, deben contar con buena iluminación para evitar accidentes. Las luminarias tipo LED son ideales por su estética y bajo consumo; las cálidas pueden combinarse con las de luz blanca, para dotar de carácter al espacio.

• El fregadero. Lo recomendable es que sea de doble boca. La grifería debe cerrar bien para ahorrar agua, mientras que las tuberías han de encajar perfectamente para evitar escapes y no dañar los muebles.

• Electricidad. Al colocar las cenefas debemos calcular que los tomacorrientes, luminarias e interruptores no coincidan a la misma altura, a fin de lograr una buena terminación. Para los tomacorrientes e interruptores podemos: utilizar un color parecido al de las cerámicas y/o pintura para atenuar un posible contraste o, por el contrario,elegirlos en colores fuertes o metálicos para contrastar.

• La ventilación es mejor cruzada. Si el área no posee ventanas, podemos trabajar con huecos que hagan esa función; así como con puertas y pasillos. Igualmente, hay que evitar las corrientes de aire en el área de la estufa.

• Los topes. Un tono neutro en la encimera permite remodelar a futuro. Si el espacio es pequeño, los tonos claros realzan la luz; los oscuros son una opción elegante si los combinamos con otros más claros. Mantener una línea larga y continua, con la ilusión de ser una pieza única, se constituye en una solución dentro la cocina. Contar con un plano del espacio que se va a intervenir (erigir o remodelar) es una buena idea, porque a partir de ahí se planteará dónde puede colocarse cada área y se calculará el metraje, los materiales y el presupuesto de la obra.

En esta cocina, de apenas siete metros cuadrados, se prodigaron la luz y el brillo necesarios para que las superficies que reflejan (como las baldosas de cerámica y el acero inoxidable) aumentasen sutilmente los efectos de amplitud.

Temas: Cocinas, Hogar

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