La habitación de un niño debe ser funcional y equilibrada, por eso es ideal dividirla en tres zonas: dormir, jugar y estudiar. Cada una cumple un rol en su desarrollo y organización diaria.
Área de dormir
La cama debe tener buen soporte y estar en un espacio ventilado, con colores claros alrededor para favorecer el descanso.

Área de juego
Conviene ubicarla cerca del clóset, usando canastas, tramos y baúles que mantengan todo ordenado y fácil de recoger.

Área de estudio
Es un espacio clave para fomentar disciplina, responsabilidad y continuidad del aprendizaje. Para que funcione correctamente se recomienda:

Decoración y colores
Los viniles educativos son una opción económica y versátil: mapas, ecuaciones, colores, reglas de altura.
Cada color produce un efecto distinto:
Azul aporta seguridad; blanco calma; rosado transmite ternura; naranja motiva la conversación; amarillo en tonos suaves da alegría; violeta aporta calma; crema es neutro; verde conecta con la naturaleza; rojo debe usarse con moderación.

No importa el tamaño de la habitación: con creatividad se puede lograr un espacio funcional, agradable y divertido para que el niño realice todas sus actividades con comodidad.
Con cariño,
Carolina